Este colectivo considera que la práctica artística tiene aun
mucho qué aportar a la generación tanto de formas como de contenidos inspirada
en las nuevas lógicas de producción e intercambio comunitario de
sensibilidades, conocimientos y habilidades que las prácticas de cultura libre
han logrado expandir dentro y fuera del ámbito digital. Especialmente nos
interesa el papel que han jugado las artes sonoras en las últimas décadas y su
papel futuro para propiciar el trabajo autogestivo, la organización horizontal
y la experimentación frente a la estandarización de los modos y objetos de
escucha condicionados por las hegemonías mediáticas.
Para Ruido 13 experimentar con el sonido desde la
improvisación libre de formas, géneros, instrumentos y técnicas establecidos,
propicia en su hacer la generación de otros ruidos además de los sonoros, que
dan pautas a modos alternos más libres de concebir y estar en el mundo: dar
peso a la creatividad por encima de la imitación de formas conocidas; enfatizar
el proceso más que el resultado, proponer la fabricación propia de objetos
sonoros con los cuales experimentar que no nos limite a comprar y "saber
tocar" instrumentos musicales para hacer música, apropiarnos de
dispositivos tecnológicos para darles un uso personalizado alterno a su
funcionamiento estándar, propiciar el trabajo horizontal para encontrar resultados
sonoros en la improvisación que sean satisfactorios para los que en ese momento
participan, disolver figuras de autoridad que establezcan las líneas,
contenidos y métodos de trabajo dentro del grupo o den legitimidad
institucional al resultado, y buscar la expansión de esta actividad –la
experimentación sonora– hacia grupos sin formación musical ni familiaridad con
estas prácticas, son para nosotros todas formas de ruido detonándose al interior
del orden económico, político y cultural prevaleciente.
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